Cuando comencé en el Programa de los Talleres de Reflexión del Hospital Tornú, me propuse que al finalizar el año haría un registro vivencial de lo que fue para mí haber compartido tantas experiencias. Era para mí como dejar un testimonio de tantos momentos vividos e importantes para mí.
Mis problemas de salud, no me permitieron estar el 09/12/2015, en la fiesta final. Una lástima, pero ya habrá otra oportunidad.
Pero si quiero transmitir en estas líneas todo mi sentir, todo lo que fui transitando, dentro de este espacio- Talleres del Reflexión del Hospital Tornú.
Escuché en el taller de Supervisión y se impregnaron en mí frases como : No juzgar, no opinar, no aprobar ni reprobar nada, tratar de compartir y acompañar , confidencialidad, tenernos paciencia a nosotros y al grupo. Esta paciencia se logra a través del aprendizaje, este aprendizaje que es algo a lograr que no viene dado, el encuadre como punto de partida y fundamental, para que todo surja de una manera fluida y respetable para todos, respetar los tiempos de cada uno, generando un clima de confianza , de trabajo, de respeto de confidencialidad.
A veces me pasaba que comenzaba con algún tema y me iba por las ramas. Sobre esto aprendí ciertas técnicas, como darme cuenta de esto, parar y seguir por donde quería seguir y de esto ir generando el hábito. Trabajé sobre mis propias dificultades para poder superarlas. Alguien muy importante para mí, dijo: “En vez de pensar que hicimos mal, pensar qué más podemos hacer” y continuó “Una cosa es lo posible y otra cosa es los perfecto”.
Por otro lado en el taller de Supervisión encontré a grandes personas, y cada una dejó oportunidades para continuar descubriéndome. Aprendí mucho de las experiencias individuales como grupales. Cultivaron siempre una visión muy positiva. Me hicieron siempre prestar mucha atención a mis sentimientos y emociones y sobre todo caminar hacia la confianza hacia mí misma.
Gracias a todos y cada uno de Ustedes, me incluyo en esto me sentí tan bien, pero tan bien en poner mi granito de arena y escuchar a otro, desconocido, que depositó tanta confianza en mi persona, también a todos ellos agradecida inmensamente.
Gracias a la Comisión Directiva. Son grandes personas!.
Silvy Picorelli